William Shu, el CEO de Deliveroo, suele coger su bicicleta e ir a entregar pizzas, sobre todo los fines de semana.

Sus clientes no tienen idea de quién es cuando se presenta con su comida.

Deliveroo ha sido beneficiada con casi $100 millones de inversión desde que fue fundada en 2012/2013. La compañía es como el Uber del servicio a domicilio de los restaurantes. Tanto el restaurante como el cliente le paga, y Deliveroo tiene la comida en tu puerta en 30 minutos o menos. Hace un año la compañía tenía 12 empleados, hoy tiene al menos 250 empleados en 30 ciudades del Reino Unido y 15 en otras ciudades de Europa.

William solía hacer repartos casi cada día durante los 10 primeros meses desde la incepción de la compañía.

«Todavia lo hago durante los fines de semana,» dice. «No todas las semanas, pero lo hago por el ejercicio y porque es divertido». Sin embargo, sólo un puñado de personas se dan cuenta de que el chico en la bici con su comida es el director ejecutivo, y uno de los nuevos emprendedores con más éxito de Gran Bretaña.

William vive en la zona de Fitzrovia en Londrés y ofrece repartos principalmente en esa zona y cerca de Mayfair. En una ocasión, llevó la cena a un ejecutivo de un fondo de inversión en Knightsbridge, con quien se sentaba durante su etapa como banquero de inversión en Canary Wharf. Obviamente, el ejecutivo se quedo consternado cuando vio a su ex-compañero entregando pizzas para ganarse la vida.

«Fue como, ¿eres tú? ¿Estás bien? Y yo, Sí, estoy bien» William le entregó su comida, cogió el dinero, y el ejecutivo le digo, «Bien, ¿te apetece hablar?» a lo que William le dijo, «No, tengo que irme a hacer mi otro reparto».

William pedaleó sin explicarle al hombre que era más que un simple repartidor de pizza, porque «era más divertido de esa manera».