Cuando estás entre trabajos, es probable que desees volver al trabajo tan pronto como sea posible. Sin embargo, coger la primera oferta de trabajo que obtengas podría no ser necesariamente una buena estrategia.

Como el sitio de consejos, The Muse, indica, hay algunas trampas para aceptar automáticamente la primera oferta de trabajo que se le presente. Para empezar, puede que sea muy fácil que se aprovechen de ti. Si nunca comparas la oferta de una compañía con otra, nunca sabrás lo que realmente vales. Podrías también acabar en un puesto que odias sólo porque éste estaba disponible en el momento:

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«Desde el principio de mi carrera, aprendí que al decir «al menos estoy recibiendo un salario» es un signo de que debería empezar a buscar otro trabajo. Y, sin embargo, a pesar de que estaba en una posición que no me gustaba, me quedaba durante unos años. ¿Por qué? Debido a que me había mudado de casa de mis padres para perseguir una carrera que no amaba, y de pronto tenía facturas que pagar. Y porque mudarme de nuevo a casa de mis padres no era una opción.»

Obviamente, la mayoría de las empresas van a querer una respuesta tan pronto como sea posible, pero si tienes tiempo para considerar la oferta, tómalo. Una vez que tengas esa oferta sobre la mesa, quiere decir que te quieren. Pregunta si puedes coger unos días para pensar sobre ella y sus detalles, y coge ese tiempo para estudiar tus alternativas. Incluso si una oferta de trabajo te parece buena en el momento, no hay nada malo en que te tomes tu tiempo, seas paciente y des una respuesta reflexiva.

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