¿Cuántas veces has visto el post «Odio los lunes» en redes sociales? ¿O el clásico ADV (Asco de Vida)? ¿Asco de Vida? ¿En serio?

Los que son felices por naturaleza se han puesto a sí mismos en ese estado ya que cualquier cosa que no sea felicidad no es aceptable. Han hecho sacrificios y trabajado duro para llegar al nivel de felicidad que estaban buscando.

Todo se reduce a identificar qué es lo que quieres, hacer un plan para llegar a lo que quieres y trabajar duro hasta conseguirlo. No tiene nada que ver con la suerte.

«Soy un gran creyente de la suerte, y cuánto más duro trabajo, más suerte tengo» – Thomas Jefferson

Si no estás satisfecho, tienes dos opciones: puedes quejarte y esperar a un cambio como por arte de magia, o haz el cambio tú mismo. Si escoges ésta última, aquí os dejamos con un simple plan de cuatro pasos para ayudarte a alcanzar esa felicidad. Si no estás satisfecho, te debes a ti mismo hacer un cambio. La vida es demasiada corta como para dejarlo para luego.

Hay varias razones por las cuales usted podría ser infeliz, podrías estar tener un empleo que no amas de verdad, o trabajas con gente que no te gusta, o estás haciendo algo para lo que estás sobre-cualificado.

Puede que no sea relacionado al trabajo en absoluto, es posible que te encuentres en un callejón sin salida o estés en una relación poco saludable. Podrían haber un millón de razones diferentes, y eres tú quien debe identificarlo. Sean lo que sean, sólo encontrarás la felicidad en cuanto identifiques cual es el problema.

Lo primero que hemos mencionado antes era el «Odio los lunes» y el «ADV» que todos vemos de forma regular en las redes sociales. Ese tipo de actitud marca la pauta. Si estás constantemente llenando tu cabeza con perspectivas negativas, ¿qué esperas que va a pasar?

Los pensamientos negativos reproducen negatividad e infelicidad, mientras que los pensamientos positivos reproducen felicidad y positividad.

Al final de al cabo, todos somos responsables de nuestra propia felicidad. La única manera de que seas feliz será cambiando tu actitud y entendiendo que estás totalmente en control, y eres lo suficientemente capaz de cambiar tu situación.

Cuando sabes por qué estás triste y estás lleno de actitud positiva, puedes empezar a pensar en un plan en cómo alcanzar la felicidad. Aquí es donde muchas personas se bloquean y la incertidumbre sobre su capacidad empieza a aparecer.

«No voy a encontrar un trabajo mejor»
«No voy a encontrar a alguien más»
«Soy demasiado viejo para empezar un negocio»

Las excusas sólo se hacen para justificar que sigas con lo mismo. Si vas en serio sobre lo de ser feliz, necesitas sacar esa incertidumbre de tu cabeza y comprometerte a desarrollar ese plan para llegar a la felicidad. Determina cuál es tu objetivo final y fija los pasos para conseguirlo.

Con tu plan ya hecho, ha llegado la hora de seguir adelante y nunca mirar hacia atrás. Simplemente con tomar medidas no garantiza resultados, el viaje a la felicidad puede traerte altibajos como errores, rechazo y decepción. Pero si nunca tomas medidas, sólo existe una garantía, tu situación nunca mejorará y seguirás siendo infeliz.

La felicidad no llegará de la noche a la mañana, tienes que seguir trabajando, sin importar lo difícil que pueda parecer. Rodearte de gente que comparte tus ideales es la clave.

«Un pesimista ve dificultad en cualquier oportunidad. Un optimista ve la oportunidad en cada dificultad» – Winston Churchill