En el principio, era Burbn. ¿Te suena? Probablemente no; pero era la primera aplicación de los cofundadores de Instagram, Kevin Systrom y Mike Krueger, que permitía a usuarios hacer check-in en lugares específicos y compartir fotos que se tomaban en estos sitios. En la típica forma de startup, Instagram surgió de las ruinas de Burbn.

Pero, ¿qué llevó a Systrom y Krueger a pasar del complejo, dependiente en GPS, Burbn a la app de selfies que Facebook adquirió por $1 billón de dólares en 2012? Trabajo duro, el tiempo, la oportunidad, y simplemente suerte.

Aquí os dejamos con sus 5 lecciones para emprendedores:

1. Identifica tu mercado

En 2010, la empresa de búsqueda basada en la ubicación Foursquare estaba creciendo, y los móviles habían empezado a tener cámaras de mayor calidad. Systrom vio una oportunidad para su uso en la industria de las aplicaciones basadas en la ubicación. De ahí salió Burbn, que co-fundó con su compañero de clase en Stanford, Krieger. El servicio permitía a los usuarios registrarse en lugares, obtengan puntos en un sistema tipo juego, y lo más importante, sacar y compartir las fotos que saquen en esos lugares.

Los primeros análisis de datos revelaron que los usuarios estaban utilizando las capacidades fotográficas más que cualquier otra característica, por lo que Systrom y Krieger decidieron cambiar el enfoque de su aplicación a un servicio de intercambio de fotos.

Systrom cita a Eric Ries, autor the The Lean Startup, para explicar esta decisión: «No te preguntes por qué la gente no usa tu startup. Pregunta porque la gente que usa tu startup, continua haciéndolo.»

2. Escucha a tus clientes

Los filtros de Instagram nacieron cuando por aquel entonces la novia (ahora mujer) Nicole Systrom, le dijera al emprendedor que puede que no utilice la aplicación que habían renovado. «Mis fotos no son tan buenas», recuerda Systrom. «No son tan buenas como las de tu amigo Greg», agregó.

«Greg usa un puñado de aplicaciones de filtro para que se vean bien», contestó.

Y entonces una bombilla se encendió y Systrom empezó a trabajar en el primer filtro de Instagram, mientras que Krieger siguió con la construcción de la aplicación en sí.

3. Acepta el fracaso, aprende y sigue adelante

«Lo mejor para un emprendedor es el fracaso», dice Systrom. Cuando Burbn se estancó en 100 usuarios, Systrom y Krieger, decidieron desechar completamente la idea y comenzar de nuevo. Esta acción dio sus frutos.

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4. Acepta que te has equivocado

Después de que Facebook adquiriese Instagram, hubo una revisión de los términos y las condiciones del servicio. La versión actualizada contenía una condición controvertida en la que se afirmaba que el contenido del usuario podría utilizarse con fines publicitarios sin el consentimiento del usuario y sin retribución. Los usuarios comenzaron a eliminar sus cuentas en indignación.

«Tenemos un gráfico con las cuentas que se borran, y en ese momento se disparó», dice Systrom. Decidió que la mejor manera de enfrentarse al problema era ir de cara, pedir perdón y admitir su error, en un post largo publicado en el blog de la compañía. «En realidad, la gráfica con las cuentas que se borran cae a cero en ese momento.»

«A veces solo tienes que pedir perdón, solo tienes que decir que te equivocaste».

5. Reconocer cuando tu suerte está cambiando

«El mundo funciona con la suerte», dice Systrom, enfatizando que el desafío de verdad es qué hacer con ella.

El multimillonario cree que todo el mundo tiene suerte en algún momento de su vida. «La pregunta es, ¿estás lo suficientemente alerta para darte cuenta de que te estás volviendo afortunado?»

Habían otras aplicaciones para compartir fotos cuando Instagram empezó, pero Systrom y Krieger manejaron su suerte y sus recursos de forma que les llevó al éxito.

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