No es de extrañar que vivimos en una sociedad sin paciencia, con un ritmo rápido donde la mayoría de nosotros anhelamos resultados inmediatos y gratificación. Considera la impaciencia que tienes cuando una página web tarda tiempo en cargarse, o cómo aumentan tus niveles de ansiedad cuando el semáforo se pone en verde pero el coche de delante no se mueve.

¿Por qué tenemos tanta prisa?

Gracias al rápido avance de la tecnología moderna, hemos sido entrenados para esperar resultados instantáneos, y experimentamos una creciente incapacidad para tolerar el malestar. Queremos lo que queremos, y lo queremos ahora.

La paciencia es una forma de control sobre nuestro mundo, y esta habilidad debe ser fomentada. Aprender a esperar, sin llegar a ser ansioso o molesto, te ayudará a tener más éxito en todas las áreas de la vida.

Mediante la práctica de la paciencia, cosecharás los siguientes beneficios.

Tener paciencia puede reducir en gran medida el estrés en tu vida. Cuando uno empieza a sentirse ansioso, se debe tomar un momento para observar lo que está sucediendo en los alrededores. Respira profundamente y relájate. En silencio, debes decirte a tí mismo: «Es el momento de reiniciar.» Puede que tu mente tenga que dejar de lado cualquier negatividad y volver a centrarte en lo que es realmente importante. Encontrarás que cuanto más paciente seas, menos estrenado, enojado, abrumado te vuelves.

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Todos hemos tenido remordimientos sobre una decisión precipitada que hemos hecho en el pasado. Tomarlo con calma te permitirá reunir más información y tomar decisiones racionales en lugar de rápido. Date tiempo para evaluar a fondo cualquier situación y trabaja a través de los pros y contras antes de comprometerte a un plan de acción. No permitas que alguien te apresure a tomar una decisión rápida sin pensarlo bien a fondo.

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Si te aburres con facilidad con una tarea o actividad, no estás solo. Mientras que a la mayoría de nosotros nos gusta la multitarea y saltar de una actividad a otra, recuerda quién gano la carrera en la fábula de Aesop, La Tortuga y la Liebre. La paciencia fomenta la perseverancia, que te permite profundizar en una actividad y aprender las habilidades necesarias para completar la tarea. También te permite construir un sistema de trabajo en un tópico, como completar un doctorado, construir un imperio de negocio de franquicia, o la publicación de un libro. Por perseverancia, lograrás esos objetivos que estableciste para ti y tu carrera profesional.

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La paciencia nos ayuda a aumentar nuestra tolerancia y tener mejor comprensión con aquellos que están en nuestros mundos. Somos capaces de perdonar las deficiencias y aceptar las diferencias, incluso para aquellos rasgos que no toleramos en nosotros mismos. En lugar de juzgar a los demás, o perder los estribos cuando las cosas no van como esperamos, participa plenamente en la interacción. Prueba este experimento: La próxima vez que vayas al supermercado, sonríe, sé educado y entabla una conversación con el/la cajero/a. Te sentirás bien y puede que seas la única persona que haga que el/la cajero/a se sienta validado e importante.

John Quincy Adams dijo una vez, «La paciencia y perseverancia tienen un efecto mágico dónde las dificultades y obstáculos desaparecen. Cambiando tu actitud, reduciendo tus expectativas y tomando el tiempo para vivir en el momento puede cosechar frutos inesperados en todos los ámbitos de la vida.»

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