La creación de un nuevo hábito se reduce a 4 factores
Seguramente algunos de vosotros ya habéis oído hablar sobre el bucle del hábito. Éste nos explica que el hábito se forma por una señal, rutina y recompensa. Pero hay un factor más que determina tu éxito cuando tratas de desarrollar un nuevo hábito: la simplicidad.
En un estudio de la Journal of Behavioural Medicine publicado en 2013, los investigadores analizaron lo que se necesitaba para que las personas se acostumbraran a hacer ejercicio. En el abstracto dijeron que las siguientes características predicen un cambio de hábitos con el tiempo:
Los tres primeros están definitivamente relacionados con la costumbre: la rutina es igual a la consistencia, y también se necesitan señales y un buen ambiente, y juzgar afectivamente es donde llegan esas recompensas. No obstante, el hábito ha de ser simple, tal y como la web de fitness Brawn for Brains explica:
«Echemos un vistazo al error más común de todos. Todos conocemos a alguien que haya dicho esto (normalmente después de unas copas):»
«…y el lunes voy a empezar a comer sano e ir al gimnasio todos los días, y beber menos y dejar de fumar…»
Cuando llega el miércoles, están utilizando su tarjeta del gimnasio como posavasos y pidiendo una pizza. Ellos no fracasan porque están destinados a no ser saludables, simplemente trataron de cambiar demasiado a la vez. ¿Por qué esto lleva al fracaso? Si examinamos lo que se quiere llevar a cabo, vemos 4 objetivos difíciles y todos bajo un mismo paraguas. 4 objetivos disfrazados como uno donde fracasar en uno, significa fracasar en todos. De repente el fracaso parece certero.
Es esto por lo que mi «bebe más agua» como resolución de año nuevo fue fácil de conseguir, mientras que mis otras resoluciones fracasaron muy rápido. Las otras eran demasiado abrumadoras y bastante complejas, ¡requerían mucho trabajo!
¿La lección aquí? Si estás teniendo problemas para estableces un nuevo hábito, tienes que implementar el bucle del hábito, pero también tienes que asegurarte de que el primer hábito es fácil, al menos al principio. Empieza despacio y trabaja poco a poco. Si tu hábito tiene como objetivo leer un libro a la semana, por ejemplo, podrías empezar a centrarte en la tarea más simple: leer un párrafo antes de acostarte. Puede parecerte una manera lenta de empezar, pero si no empiezas nunca te acostumbrarás y mantendrás ese hábito.